Los sueños son realidades que decidimos crear

«Detrás de una soñadora hay un montón de pasos, un montón de gente y miles de gracias«

Cuando uno decide tomar un sueño y hacerlo realidad, comienza un plan, o mejor dicho, se activa una hoja de ruta (a mí me encanta llamarlo así, porque lo que sucede es como un viaje por carretera). Y entonces, comienza la acción.

Arrancamos con pasos firmes, sin titubear, con confianza.
Pero, inevitablemente, las dudas aparecen una y mil veces. La respuesta a esas preguntas siempre es: «Sí, sí es lo que quiero». (Y cuando la respuesta no está clara, quizás es momento de una pausa).

Y seguimos… Aparecen los compañeros de viaje, los copilotos, a veces incluso los pilotos en turno, quienes acompañan, abrazan, alientan y recalculan sobre el mapa. Esas personas incondicionales que nos sostienen y nos impulsan a seguir.

Surgen nuevas ideas, itinerarios, agendas… todo se ordena y se desordena mil veces, pero, sobre todo, se deja fluir. Al principio, el destino parece lejano, inalcanzable. Luego, cuando estamos cerca, nos asusta lo rápido que puede pasar.

Los sueños son realidades que decidimos crear. A veces descansan, toman fuerza y esperan su momento. Los sueños son para cumplirlos, porque estamos aquí para hacer algo más que existir: estamos aquí para VIVIR.

En noviembre, materialicé un sueño más: presentar mi libro, en Laguna Larga, con mi gente, el día de mi cumpleaños.

Este viaje fue mucho más que kilómetros recorridos: fue un recorrido por sueños cumplidos, abrazos largamente esperados y momentos que quedarán para siempre en mi corazón. Celebré un nuevo año de vida con quienes amo, presenté Vidas que Impactan en mi tierra, en mi pueblo, con mi gente. Sentí el calor y la energía de las personas que siempre me han apoyado.

Cada paso que di hasta aquí no lo hice sola. Llevo conmigo las palabras de aliento, los testimonios de que alguna huella dejé, los abrazos, los aprendizajes y las historias compartidas. Por eso, este viaje fue un agradecimiento: a la vida, a ustedes y a todo lo que me impulsa a seguir soñando.

Hoy, con el corazón lleno de gratitud, miro hacia adelante con más ganas de soñar, con más hojas de ruta por escribir, compartir y cumplir.

Gracias a cada uno que fue parte de esta etapa tan especial.