Relatividad y amor eterno de mamá

¡Ese Einstein sí que fue un genio!
Tomando en cuenta su teoría de la relatividad, específicamente en relación con el tiempo, me llega la siguiente reflexión: parece que apenas hace unos días celebrábamos a las mamás en México y en el mundo, y ya se acerca nuevamente la fecha para festejarlas en su día.

Tan relativo es el tiempo, que aún puedo sentir las manos de mi madre acariciando mi cabeza (cuando aún tenía pelo); todavía puedo ver esa sonrisa que a veces me regalaba, y también escuchar su voz invitándonos a disfrutar la delicia que preparaba como alimento. Es como si todo esto —y más— hubiera pasado apenas ayer… Y pensar que eso fue hace más de 45 años. Ciertamente, la relatividad es algo fantástico, sorprendente.

Qué bendición poder mantener esos recuerdos con el paso del tiempo, pues representan la posibilidad de continuar experimentando el amor de mamá y seguir agradeciendo por todo lo que nos pudo ofrecer. En estos días leo y escucho muchos mensajes de amor hacia quien nos dio la vida, cada uno de ellos expresando el gran amor del hijo hacia la madre. Yo elijo quedarme con la certeza de que el mensaje más significativo ya está dicho desde el momento en que una madre decide por la vida, por su hijo.

Qué bendición poder reconocer la humanidad de la madre, mirarla en su grandeza y, al mismo tiempo, en su vulnerabilidad, pues creo que eso nos permite dimensionar lo que cada una de ellas hace pensando en sus hijos. A mí me ayuda a mirar a mi madre y tomar todo lo que ella me dio —lo bueno y lo no tan bueno— con la certeza de que lo hizo amorosamente, de la mejor manera que pudo. Y eso me hace saber que no es (ni fue) alguien perfecto (porque eso no existe), ni alguien a quien idealicé, sino un ser humano tan hermoso como cada uno de los que existen en este planeta (aunque a veces algunos pierdan el rumbo).

Así que celebremos a las madres de una forma que ellas puedan sentirse felices, orgullosas de sus hijos. Honrémoslas a través de nuestras decisiones, haciéndoles saber que todo lo que hacemos es en su nombre. Propiciemos que se den cuenta de que hicieron una gran labor con nosotros, que nos guiaron para ser personas de bien, para alcanzar aquello para lo cual fuimos creados.

¡¡¡Felicidades a todas las madres del mundo!!!

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