Domingo 17 de abril, del año que prefieras, siendo las 8.18 de la mañana comienzo a pensar en que la libertad es posible
Muchas veces creemos que tenemos la libertad de comandar la vida de los demás desde el rol que asumimos dentro de una estructura presa de una superestructura que maneja los hilos de la reproducción permanente de situaciones que favorecen a unos y no a todos.
Favorecen en función de intereses que no nos son propios. Favorecen a la perpetuación de dependencias emocionales, ataduras y nudos que hacen que nos comportemos como mendigos emocionales, que nos llevan a tapar todo sujetando la soga de la personalidad, esa coraza que hemos construido alrededor de quienes realmente somos para no dejar ver al que ES.
Cansada de cumplir, de creer que hacer y decidir por los demás está bien, que es por el bien mayor de la familia, del grupo de pertenencia que te eligió o elegiste…
en fin con el que te sentís identificado.
Sentir que te sueltan la mano.
Sentir la SENSACIÓN de caer a un abismo sin fondo.
Sumirte en el sufrimiento sin fin de una situación llena de culpas, resentimientos, negatividad, tristeza profunda, frustración, un sabor dado por haber hecho todo mal, sentirte la peor de todas, sentir que nada hiciste bien, ver que se cortan los hilos uno a uno que te mantenían anclada a esa realidad, a tu realidad, a tu universo conocido, sentirte en caída libre sin paracaídas de apoyo o de emergencia…
es ahí cuando una pizca de iluminación destella , cuando todo parece conducir a un final anunciado en el que te harás trisas contra lo que choques o que estas condenada a una caída sin fin en donde el fondo es cada vez más denso, más oscuro, más tenebroso y donde la tristeza, potenciada en depresión, conducen el timón de ese circuito, es allí, cuando ante el espanto de condenarte a una vida así, respiras profundo, inhalas incorporando todo los recursos, que son difíciles de ver pero lo ves, impregnas tus células con el mensaje de que tomen y se empoderen de ellos porque son el combustible aliado para que al exhalar detengas esa caída y comiences a subir hacia la levedad de tu ser , hacia la liviandad de soltar todo aquello que te conduce a ese abismo sin fondo.Comienza a exhalar y a soltar posibilidades, que la luz comience a encender de nuevo. Tu luz, tu brillo ilumine y conduzca cada decisión al darte cuenta que solo tienes el propósito de amarte y creer en ti mismo. Entender que todos esos nudos y candados , y ataduras que construiste a tu alrededor no te conducen hacia la felicidad, que en nombre del “amor” decidiste, controlaste en afán de salvarte vos, los tuyos, el mundo, interviniendo con la intención de facilitar procesos de otros
Respira, inhala, exhala e imaginá que tenés en cada mano una mariposa azul.
como aquella niña que quería engañar al sabio del pueblo, pretendiendo que se equivocara en su respuesta y fue hasta él con una mariposa en cada una de sus manos y le preguntó:- señor sabio, en una de mis manos tengo una mariposa viva, ¿en cuál de ellas será ?
La niña esperaba con ansias la respuesta del sabio, esperando aplastar la mariposa de la mano que el sabio respondiera para que no darle la razón, pero fue sorprendida cuando el sabio le respondió:
– depende de ti cuál mariposa vive.
Depende de mí, de vos, que decisión tomar:
¿Decidís descender con pesadez y seguir atad@ aunque duela, o ascender con liviandad y soltar aunque duela?
IG: @humanear__