Maridaje de Vinos y Comida para las Fiestas de Fin de Año:

La época más linda y esperada del año ya comenzó. Es una época mágica, se siente en el clima, en el ambiente. Se oye la música navideña y se ven las vitrinas con decoraciones que nos invitan a pausar un poco el ritmo y la rutina, para compartir con la familia y los amigos, y dar gracias por un año más que está a punto de terminar. Cada casa se llena de color y aromas de una cocina propia y, a veces, un tanto nostálgica. Sentimos el olor a clavo y a canela en el ponche, y hay dulces y chocolates en las mesas para los más pequeños. Es un tiempo para dar, compartir y hacer un recuento de todo lo bueno y lo no tan bueno.

Para los que nos encanta el vino, es una excelente oportunidad para abrir uno de nuestros grandes tesoros y compartirlo con las personas que apreciamos. Y qué mejor que acompañarlo con unas exquisitas viandas. Por esta razón, el artículo de noviembre es sobre recomendaciones de vinos para las comidas más importantes de fin de año. El maridaje adecuado puede realzar los sabores de la comida y hacer que la experiencia sea inolvidable.

Aquí algunas sugerencias:

Para las entradas: Como quesos y embutidos, un vino blanco seco como el Sauvignon Blanc es ideal. Su acidez refrescante equilibra la grasa de los quesos y realza los sabores de los embutidos.

Platos principales: Si el plato principal es pavo o pollo, un Chardonnay con cuerpo es una excelente elección. Su riqueza complementa la carne blanca y las salsas cremosas. Para carnes rojas, como el cordero o el roast beef, un Cabernet Sauvignon o un Malbec aportan la estructura y los taninos necesarios para equilibrar la intensidad de la carne. Si prefieres algo más ligero, el Pinot Noir es una opción fantástica. Este vino tinto, conocido por sus sabores suaves y elegantes, marida bien con una gran variedad de platos, desde aves hasta pescados grasos.

Postres: Un vino dulce como el Moscato o un vino de postre como el Sauternes son perfectos. Estos vinos complementan la dulzura de los postres sin ser abrumadores.

Y para el brindis final, nada mejor que un espumoso como el Champagne o el Cava. Su efervescencia y acidez son perfectas para limpiar el paladar y celebrar con estilo.

Espero que tus fiestas estén llenas de muchos «¡Chin chin!» con las copas, que cuentes más tus bendiciones que tus fracasos y que tengas en mente que el regalo más grande que tienes es el presente… ¡Saluuuú!

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