Esta vez,
no hay mucho que decir.
Menos rimas,
menos versos,
pero mucha más tristeza.
Duelos en vida:
de versiones mías,
de personas vivas,
de lo que pudo ser.
Se cae la ilusión
de mil identidades
en las que no encajé.
Y se queda atrás
lo que, aunque no me correspondía, cargué.
Y sin eso queda un vacío,
una ausencia,
un luto,
una pena,
de todo eso que creí mío.
Pero no lo fue.