Cuando los ojos brillan, el alma habla

Dicen que la felicidad no se puede ocultar, que cuando algo nos emociona hasta el alma, los ojos lo delatan. “Te brillan los ojos”, nos dicen, como si de un reflejo de nuestra luz interior se tratara. Pero, ¿es solo una metáfora o hay una verdad escondida en esta expresión?

William Shakespeare lo sabía bien. En muchas de sus obras, sus personajes se enamoran con una mirada resplandeciente, con pupilas que reflejan la intensidad del sentimiento. En Romeo y Julieta, el joven amante describe a su amada diciendo:

“Dos de las más bellas estrellas del cielo,
habiendo de ausentarse, ruegan a sus ojos
que brillen en sus esferas hasta su regreso.”

El brillo en los ojos ha sido, desde tiempos inmemoriales, símbolo de amor, de emoción, de pasión. Y aunque la poesía lo ha embellecido, la ciencia nos dice que este fenómeno es más real de lo que imaginamos.

La ciencia detrás del brillo en los ojos

Cuando estamos felices o emocionados, nuestro cuerpo reacciona de maneras sutiles pero poderosas:

• Lágrimas que iluminan:

Las glándulas lagrimales producen más humedad cuando experimentamos una gran emoción. Esta película lagrimal actúa como un espejo, reflejando la luz y haciendo que nuestros ojos parezcan más luminosos.

• Pupilas dilatadas:

La dopamina y la oxitocina, conocidas como las “hormonas de la felicidad”, provocan que nuestras pupilas se expandan, dándole a los ojos una apariencia más brillante y profunda.

• Mirada abierta al mundo:

Cuando algo nos emociona, levantamos las cejas, abrimos más los ojos y dejamos entrar más luz. Esto potencia el reflejo natural en el iris y el humor vítreo, haciendo que parezcan aún más radiantes.

Cuando el alma se refleja en la mirada

El brillo en los ojos no es solo un efecto óptico, es el reflejo de una emoción pura, de un instante en el que la felicidad trasciende las palabras. Por eso decimos que los ojos son el espejo del alma.

Así que la próxima vez que alguien te diga “te brillan los ojos”, no dudes en creerlo. Tu luz interior ha encontrado la manera de manifestarse, y el mundo lo ha notado.

¿Cuándo fue la última vez que sentiste que tus ojos brillaban de emoción?