Confesiones

Ha pasado el tiempo desde aquella vez que juntos reímos, lloramos, cantamos; tomamos un trago o, quizás, ¿fue un café?

El tiempo y la vida suelen ser complejos, pero hoy, sin prejuicios, hemos coincidido. Nos hemos cruzado por este camino, y es inevitable dejar de decirte: aquí estoy para ti, mi querido amigo.

Desde aquel instante decido servirte y, contra reloj, ponernos al día. Antes de que partas, quiero escucharte; podrás confesarme tu historia de vida. Tus ojos me muestran ausencias y anhelos. Mirando tu alma llena de nobleza, me niego a aceptar que ya es el momento de un último adiós. Nos veremos luego.

Hoy cuesta un poquito no pensar en ti: en los días lluviosos, en mis cumpleaños, cuando acaba el año… Deseo, por instantes, que tú estés aquí.

En un camposanto coloco tus flores. Jazmines azules lloran de emoción; en un sinsabor se mezclan recuerdos, y es que, siendo honestos, aún cuesta aceptar que no estás aquí.

Dedicado a las memorias de: Marisabel De La Cadena, Rodrigo García Bustamante y Roberto Venini.

6 comentarios

  1. Cesitar querido, muy profundas tus palabras, son las que dicta tu bonito corazón, las personas que nombras …. te quisieron mucho, te agradezco de todo corazón que hayas compartido conmigo. Te quiero mucho. Abrazo del Alma

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comparte este contenido
Impulsa este Blog: