Zia / Aunt / Tante / Moster / Teyze / Nagynéni = TÍA

«Sé buena con tus SOBRINOS. Ellos serán los que algún día te lleven VINO a escondidas al asilo.»

Leí esta frase y me inspiró a escribir sobre mi experiencia como tía…

Los sobrinos son regalos que la vida te da: hijos de tus hermanas, de tus amigas, de tus cuñados… algunos son de sangre, otros políticos, otros del corazón, algunos adoptados temporalmente, y otros que aún no llegan.

Antes de ser mamá, fui tía. Un rol que, al principio, no entendía. Solo tenía 13 años cuando nació mi primera sobrina. Verla crecer, observar sus manitas, sus gestos, su cabello, su tono de voz, sus miedos… todo era nuevo, todo era raro.

Poco a poco, fuimos creciendo juntas. Aprendí a estar ahí aunque no lo pidiera. Y así, llegaron los demás. Con algunos de ellos, creamos una relación y fortalecimos el vínculo a pesar de las distancias y de las diferencias.

Me di cuenta de que el amor por ellos es absoluto; en mi familia, los sobrinos son personajes principales. Cada uno tan distinto, cada uno tan único. Ellos mueven fibras en mí y me enorgullecen cada día, por quienes son, por lo que eligen, por cómo crecen.

Leí la frase y me reí mucho, porque ellos saben cuánto me gusta el vino. Pero pensé…

Olvidá el vino. Sé buena con tus sobrinos para que te recuerden, deja huellas en ellos. Que, al hablar de vos, se les dibuje una sonrisa, una mirada pícara, o les venga a la mente una experiencia vivida juntos.

Siento que ser tía es un título tan importante como ser mamá. Ellos me inspiran, me llenan de curiosidad, me impulsan y sacan de mí más y más amor.

A veces me hacen enojar; saben que a la tía no se le clava el visto en un WhatsApp… aunque entiendo que los tiempos de cada uno son distintos. A ellos, y solo a ellos, les perdono esas conversaciones diferidas que pueden empezar hoy y terminar quién sabe cuándo, o bien, empezar hoy y retomarlas en tres semanas.

Ahora, no solo me siento tentada, sino también envuelta en nostalgia y lágrimas. Me encanta estar ahí para ellos, ser compinche, amarlos y disfrutarlos.

Pienso que ser tía es esa figura especial que cruza fronteras y que siempre está impulsada por el lenguaje del amor incondicional.

¿Vos sos tía o tío? ¿Te pasa?