¡Hola! Soy Vero Goyeneche y hoy inicio el camino de escribir en este maravilloso blog para acompañarte en el mundo de los negocios, la creatividad y el crecimiento de tu marca. No importa si aún no tienes un emprendimiento, mis textos pueden ayudarte en tu día a día laboral en relación de dependencia y también si estás estudiando; quién te dice que quizás te inspiren a hacer realidad esa idea que da vueltas en tu mente y corazón.
Hoy amanecí con ganas de contarte sobre un tema bisagra que me ayudó mucho a comprender el mundo de los negocios: nuestras emociones. Te estarás preguntando qué tiene que ver un tema con otro y, aquí entre nos, te confieso que gran porcentaje del éxito de los negocios es gracias al control emocional.
La palabra control deriva del francés antiguo /controle/ que se refería a “un registro que lleva un duplicado”. Eso me hace pensar en la comprobación de algo después de hacer una observación. Y de ahí partimos, es el comienzo de un hilo que conecta con nuestro interior para ayudarnos a crecer. Porque para controlar nuestras emociones debemos ser muy cuidadosos en la observación, en mirarnos con amor, sin juzgarnos.
Eso nos ayudará a identificarlas, reconocerlas, saber de dónde vienen y encontrar en cuáles tenemos un súperpoder y en cuáles debemos trabajar para ser nuestra mejor versión de liderazgo emocional. Esto se aplica en los negocios, en la escuela, en las relaciones (amistad, familia, amor) y en la vida entera.
Existe una herramienta creada por el psicólogo estadounidense Robert Plutchik que quiero regalarte porque te ayudará a identificar las emociones básicas y las más complejas: La rueda de las Emociones. Está constituida por ocho emociones básicas las cuales son primordiales para nuestra supervivencia: la alegría, la confianza, el miedo, la sorpresa, la tristeza, la aversión, la ira y la anticipación. Estoy segura de que si piensas en cómo te sentiste el día de hoy puedes identificar al menos tres de ellas.
Según Plutchik, estas emociones casi nunca se presentan solas, sino que se expresan en diferentes grados de intensidad. Él decía que los estados emocionales tenían cierta similitud entre ellos y eso los hacía susceptibles a poder combinarse de diferentes maneras y formar un sentimiento más complejo. Siempre pienso en ese poder de las emociones, que pueden entrelazarse unas con otras para adquirir matices nuevos y casi infinitos.
Si vemos la rueda podemos observar que la combinación de la alegría + la confianza da lugar al amor; de la tristeza + la aversión resulta el remordimiento y del miedo + la sorpresa nace el susto.
¿Y esto cómo lo aplico, Vero? Te invito a que la uses cuando te sientas abrumada/o, cuando no sepas “por qué te está pasando esto”, cuando te duela alguna parte del cuerpo sin razón aparente, cuando sepas que tu reacción ante algo no fue la que hubieras querido que salga de ti y, sobre todo, cuando sientas que lo necesites sin importar el motivo. Busca un lugar cómodo, cierra tus ojos y piensa en cómo te estás sintiendo. Luego abre los ojos y mira la Rueda, busca en ella las emociones que habitan dentro de ti, te hablan y reconócelas desde una mirada contemplativa. Recuerda siempre que te estás observando, no juzgando. Piensa a qué te lleva, de dónde viene, qué te ha hecho sentir así anteriormente, quiénes estaban cuando te sentiste así (en el presente o en el pasado). Luego puedes conversar contigo sobre cómo te sientes, si te gusta escribir puedes plasmarlo en un papel y si te gusta la plástica puedes pintar o dibujar esas emociones. También puedes bailar, cantar, darte un descanso, un mimo o no hacer nada. Lo que sea mejor para transitar tu momento va a estar bien.
Este proceso te va a permitir tener una relación más consciente contigo y también hacia los demás. Si hablamos de negocios y eres líder de un grupo de personas te va a ayudar a:
- Reconocer primero en ti lo que es tuyo, aquello que estás sintiendo para luego actuar con base a eso frente a tu equipo, esas personas que te acompañan día a día y que esperan una guía de tu mano
- Identificar con qué emoción quieres comenzar esa esperada junta de negociación con tus proveedores, inversores o socios; tú y yo sabemos que un emprendimiento se basa en tomar grandes decisiones diarias
- Bajar el estrés que se apodera de ti después de esas reuniones de trabajo que a veces se alargan más de lo normal y sientes que la espalda pesa más
- Empoderate con valentía cuando quizás aparece una pizca de duda y hay que cerrar una venta importante, regresa a la Rueda y reconoce lo que sientes para salir fuerte a ganar eso que tanto esfuerzo te ha costado
Verás que si lo aplicas en tus relaciones personales sentirás también un cambio positivo.
Lo lindo de esta Rueda es que la puedes tener siempre cerca, en tu celu o incluso imprimirla para que te acompañe en diferentes situaciones. Espero te sirva tanto como a mi y siéntete libre de compartir en los comentarios cómo te sentiste al hacer el ejercicio.
¡Nos vemos en la próxima lectura!