No puedo dártelo todo, pensando que hago algo bueno, pues mi vida es un complemento y la tuya le pertenece al cielo.
Querer cambiarte o cambiarme yo para jurarnos cariño eterno, es una carrera de niños que pronto acabará en el suelo.
No puedo calmar tu nostalgia y contemplar la mía de lejos, nadie da felicidad, contemplándola de lejos.
Quiero ser tu compañero, de camino o de vuelo, ser parte de tus logros y aplaudirlos con anhelo, pero no puedo ser la llave que abra tu puerta al cielo; quiero ser el ave a tu lado que, juntas se adueñan de cada estación, sea primavera o invierno.
@lallavedepuertaalcielo