La Indefensión Aprendida es un tipo de comportamiento que aparece cuando una persona se siente incapaz de reaccionar frente a situaciones dolorosas.
Empieza a creer que no tienen ningún control sobre una situación que le está causando un daño físico o psicológico, y se inhibe. No hace nada.
Al creer falsamente su impotencia, puede tomar malas decisiones, lo que resulta en una situación peor y un círculo vicioso.
Esta indefensión es aprendida. Se trata de un comportamiento que no es innato. Y puede ser cambiado. Para eso, hay que aprender nuevas formas de conductas que nos ayuden, poco a poco, a resolver los conflictos, a salir de la quietud. No resulta fácil analizarse a uno mismo, y mucho menos cambiar nuestros pensamientos y comportamientos habituales, porque estamos muy acostumbrados a ellas. Incluso llegamos a confundir las conductas con nosotros mismos (“Yo siempre fui así”, “Es mi carácter”, “No puedo cambiar mi forma de ser”…etc). pero esto no es cierto: siempre somos mucho más que lo que hacemos y pensamos. Y afortunadamente, estamos en constante adaptación y cambio. Pedí ayuda.
Cambia tu discurso interno y externo.
Cuestioná tus pensamientos, pregúntandote:
- ¿Por qué no voy a poder?
- ¿A qué le tengo miedo realmente?
- En el peor de los casos, ¿qué podría perder?
Si crees que no podes, siempre existen alternativas y alguien a quien llamar, sea cual sea la situación.