Se unen las olas del mar impetuosas al homenaje fúnebre del duelo inminente y tortuoso de una última despedida, impidiendo la calma piadosa de una oración a quien en vida fue fuerte y radiante; levantado del polvo y al polvo devuelto.
Girones del universo y destino claustro del suelo fértil, se entrelazan en un espiral oscuro que todos desean tan sólo sea un fatídico sueño.
Flores de campo santo forman un círculo de aroma a lilas y rosas blancas; cubiertas de lágrimas y tristeza marchitando rápidamente sus pétalos que caen al suelo, clavando espinas agudas en nuestros corazones rotos por la partida de un cariño, un amor, un ser que nos deja un vacío infinito que sólo el tiempo dará consuelo.
Dedicado a la memoria de Roberto Venini (Tito)
5 comentarios
Muy bonito
Muy bello tu poema, me hiciste llorar. Mis lágrimas empañan mis ojos, los seco para poder ver todos nuestros lindos momentos que pasamos juntos, ellos son mi calma y mi soporte. Un abrazo Cesitar.
Especialmente para ti Tanita, porque seque de todos nosotros, tu has sido la persona que decidió atesorarlo siempre en tus recuerdos y memorias
Calidad mi hermano muy bien,que bonitas palabras
Gracias hermano