«Águila vieja»

Sabes cómo herir con cada palabra afilada como una daga de marfil. Dulce dolor me acaricias y me embriagas de placer, al sentirte liberar mi culpa, puedo volver a vivir.

El amor es de esos pendientes que anoté en mi libreta de tareas, no es mi prioridad conocerlo, sin antes conocerme a mi.

Vivo un romance constante con malos prospectos de aprendiz, la ilusión servida en una copa y la felicidad hecha polvo puesta en mi nariz.

Las amistades han migrado en bandada y yo cual águila vieja me aferro a una roca en la montaña, donde procuro afilar las garras para poder sobrevivir.

Mi alimento es el sentimiento de culpa al no poder decidir entre mi felicidad y la tuya, entre dejar de creer en los sueños y quedarme entrañablemente en mi cama inmóvil, sin saber si vivir o morir.

@lallavedepuertaalcielo

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